Un enfoque proyectivo potencia los aprendizajes curriculares proponiendo otras vías para procesar la información y organizar las experiencias.
Los proyectos interpelan, desafían y brindan la oportunidad de saltar las barreras cognitivas para seguir avanzando en el conocimiento.
Se potencia al trabajar en equipo y es propio de cada momento socio histórico. El fin es alcanzar un producto final tangible que materializa y da cuenta del recorrido.

Las disciplinas artísticas promueven el pensamiento creativo y divergente.
Música, plástica, cuerpo en movimiento, escénicas, narrativas y folclóricas son el puntapié para conectar con las emociones y así resignificar los contenidos curriculares, siempre en un marco de disfrute y exploración.
Los materiales diversos, principalmente reciclados amplían el compromiso por el cuidado del medio ambiente.

Realizamos las adecuaciones curriculares pertinentes en contenidos y estrategias para responder a la gama de necesidades educativas particulares.
Contamos con un área especializada en inclusión, como soporte. Estimulamos la cooperación y no la competencia.
La diversidad como espacio de encuentro y de crecimiento social.

La infancia está en el centro de nuestro proyecto y es el eje de cada acción que realizamos.
Sentimos respeto profundo por los seres humanos y por la vida en general.
Respetamos los ritmos, intereses y necesidades de la infancia. La educación se basa en vínculos de confianza.
La anticipación, el diálogo, la resolución de conflictos conscientemente y el uso de agendas son algunos de los recursos que utilizamos.

Las matemáticas, lengua, ciencias naturales y sociales se conjugan con habilidades como la comunicación, flexibilidad, motivación, tolerancia, trabajo en equipo, espíritu colaborativo, creatividad y empatía.
La libertad de expresión se presenta construyendo normas grupales y toma de decisiones en formato de asamblea.
Las habilidades emocionales potencian los aprendizajes y forman parte de una verdadera educación para la vida.

Somos promotores de hábitos saludables como el reciclado, el compostaje y la siembra.
Nos centramos en la alimentación, la conciencia ambiental y el deporte.
Acompasar los procesos de la naturaleza en relación con los curriculares, lleva a que nuestras huertas sean una fuente de aprendizaje, de cuidado y admiración.